Primer vuelo en México

El 8 de enero de 1910, Alberto Braniff Ricard, ciudadano mexicano, hijo de un prominente empresario, realizó el primer vuelo de un avión en México y América Latina.

Dicho vuelo se realizó en la antigua hacienda de Balbuena, al oriente del centro de la Ciudad de México, los terrenos en cuestión eran propiedad de la familia Braniff y eran conocidos como los “Llanos de Balbuena”.

Alberto Braniff utilizó un avión «Voisin», de manufactura francesa, el cual compró y trajo de Europa en barco y tren en noviembre de 1909. El avión contaba con un motor ENV de 25 caballos de potencia, durante el mes de diciembre realizó varios vuelos de prueba, tratando de obtener el octanaje requerido en el combustible para dar la potencia adecuada al motor, para vencer el problema que generaba la altura de 2,240 metros sobre el nivel del mar que tenia la Ciudad de México.

Solucionado el problema de la potencia del motor, el día 8 de enero de 1910, llevó con éxito el tan esperado vuelo. El Voisin voló aproximadamente poco más de medio kilómetro en línea recta y a una altura de 15 metros, para posteriormente girar y regresar al punto de partida y aterrizar; fue un vuelo breve, por supuesto pero si lo vemos en perspectiva, fue una gran hazaña que marcó a toda una nación.

Pero hay algo más con respecto a la hazaña lograda por Alberto Braniff en este día, pues no sólo fue el primer vuelo por un aparato más pesado que el aire llevado a cabo en México, fue incluso también el primero realizado en un país de América Latina. Aunque el brasileño Santos Dumont voló en julio de 1906 en el aeroplano 14-bis, de su propia creación, lo hizo a las afueras de París, Francia.

También impuso un récord en cuestión de aviación, pues el vuelo del Voisin fue realizado en una ciudad asentada a una altura de 2,240 metros sobre el nivel del mar; el récord entonces vigente y certificado correspondía a Hubert Latham, volando un Antoinette VI que fue logrado en la ciudad de Chalons, Francia, establecida a 453 metros sobre el nivel del mar.