Después de despegar de la Ciudad de México y al llegar a la altitud crucero (31,000 pies), el avión sufrió una fuerte sacudida a causa del estallido de uno de los neumáticos del tren de aterrizaje principal, por lo que el vuelo es declarado en emergencia.

Daños estructurales, un incendio y el tanque de combustible principal deteriorado, provocaron que se perdiera el control del vuelo, a pesar de los esfuerzos del Capitán Sistos por regresar al aeropuerto de la Ciudad de México, el avión perdió altitud a gran velocidad, estrellándose en el cerro El Calvario, entre Maravatío y el Oro, Michoacán.

Finalmente las investigaciones arrojaron que el inflado del neumático con aire y no con nitrógeno, fue la causa que ocasionó la explosión. Lamentablemente 166 personas entre pasajeros y tripulantes fallecieron, no hubo ningún superviviente.