El gigante murmurador de la aviación mexicana
La historia del último gran turbohélice inglés: el Bristol Britannia en México
El Bristol Britannia fue el último orgullo de la industria aeronáutica inglesa, previo al ingreso de la aviación mundial a la era del jet. Incluso algunos comentan que el Britannia, en Inglaterra, como el DC7 en los Estados Unidos, llegó tarde a la escena internacional.
El Britannia era realmente un avión impresionante. Contaba con la mejor tecnología del momento y tenía una capacidad de hasta 120 pasajeros, aunque la Línea Aérea Nacional lo operó con 92 pasajeros en dos clases (32 en Primera Clase y 60 en Clase Turista).
Además, contaba con un sistema de tren de aterrizaje muy inusual para un avión de su tipo, pues utilizaba 10 llantas -dos en el tren de nariz y ocho en el principal-, contra las tradicionales 5 llantas de los aviones tetramotores de la época.
Sus motores eran especialmente de tecnología de punta: se trataba de cuatro motores ingleses Proteus 755, con un empuje unitario de 4,120hp.
Sus dimensiones lo hacían verse enorme sobre sus competidores más cercanos, como el DC7 y el Super Constellation, ya que tenía una longitud de 38.00 metros, una envergadura de 43.30 metros, una altura de 11.00 metros y una superficie alar de 192.77 metros cuadrados. Sus tanques podían almacenar 30,772 litros de combustible y esto le proporcionaba un radio de acción de 6,440 km, alcanzando una velocidad de 600 km/hr.
Aeronaves de México se jugó el todo por el todo, pues cerró un contrato de compra por dos aeronaves con la Bristol Aeroplane Company, aun sin tener confirmada la concesión de la ruta México-Nueva York, pero muchos coinciden que el Britannia ayudó a obtener los permisos necesarios para operar su primer servicio internacional. La directiva de la empresa aprovechó una oportunidad única, debido a que la British Overseas Airways Company (BOAC) había cancelado el pedido de dos aeronaves serie 302. Bristol ofreció a la aerolínea mexicana el poder entregar en corto tiempo las dos unidades, las cuales a su vez, eran de las primeras fabricadas de la serie 300; ya se habían vendido antes 42 aviones de las series 100 y 200.
Pese a algunos problemas relacionados con los motores Proteus, por ser una tecnología completamente nueva para los técnicos mexicanos, así como por las dificultades con respecto al poco apoyo en lo referente a servicios de postventa y de venta de refacciones por parte del fabricante, todo se solucionó de la mejor manera. Bristol Britannia ofreció un excelente servicio para Aeronaves de México, sobre todo en su ruta estrella, la México-Nueva York, donde la aerolínea mexicana superó y por mucho a sus dos terribles competidores durante los años previos a la entrada de la era del jet: Eastern Airlines con su DC7 y Air France (que inexplicablemente contaba con los derechos de 5ª libertad en dicha ruta).
A continuación, una pequeña reseña cronológica de los hechos más importantes de los Britannia 302, cuando prestaron servicio en la Línea Aérea Nacional, que a su vez, por la característica operación de sus motores, los bautizó como los “Gigantes Murmuradores”.
1 de noviembre de 1957
El Sr. Don Antonio Díaz Lombardo, presidente del Consejo de Aeronaves de México y el Lic. Carlos Ramos, Gerente General de la misma, reciben en la planta de la Bristol, en Belfast, el primero de los dos Britannia 302. Posteriormente en una ceremonia especial n el aeropuerto de Heathrow, la Reina Isabel II, bautiza al avión con el nombre de “Ciudad de México”.
4 de noviembre de 1957
Tras un vuelo sin problemas, el avión, ya ostentando la matrícula mexicana XA-MEC y al mando del Cap. Abraham Carrasco y su Primer Oficial, el Cap. José Antonio Gómez Castresana, arriba a la Ciudad de México, tras cubrir la ruta Londres-Santa María Azores-Miami-Ciudad de México. A este avión le correspondía el número de serie 12918.
8 de diciembre de 1957
El XA-MEC, cubre el vuelo preinaugural en la ruta México-Nueva York, al mando del mismo Historia, Cultura y Noticias de Aviación Cap. Abraham Carrasco, llevando a 72 pasajeros, entre los que se encontraban funcionarios de Aeronaves de México e invitados del gobierno mexicano, norteamericano e incluso el Embajador de Inglaterra en México, Sir Andrew Noble, así como periodistas de ambos países.
15 de diciembre de 1957
Es entregado a Aeronaves de México el segundo Britannia 302, el XAMED, con número de serie 12919, y es bautizado como el “Ciudad de Nueva York”. Sin embargo, el avión no entró de inmediato a servicio, sino hasta mediados de enero de 1958.
29 de noviembre de 1958
Tras el éxito de la ruta a Nueva York, Aeronaves de México inaugura en ese día la ruta AcapulcoLos Ángeles, durante los primeros meses de 1959. La aerolínea mexicana coordinó sus itinerarios para que conectaran sus vuelos Nueva York-México diario y México-Acapulco-Los Ángeles tres veces a la semana.
09 de octubre de 1959
Tras la incorporación de Aeronaves de México al patrimonio de la nación por parte del C. presidente Adolfo López Mateas, en julio de ese mismo año, se utilizó en diversos viajes los servicios de la ahora Línea Aérea Nacional. El día indicado inició una gira de trabajo a Estados Unidos, volando de México a Washington en el XA-MEC, al mando de los Capitanes Abraham Carrasco y Luis Ramos Pérez; el vuelo de retorno se llevó a cabo el día 12 del mismo mes, con la misma tripulación y avión.
15 de enero de 1960
Una nueva gira del C. presidente López Mateos se inicia a bordo del XAMEC. En esta ocasión el Britannia llevó al presidente a Caracas, Venezuela, y lo regresó el día 20 del mismo desde Lima, Perú. Los pilotos al mando en este viaje fueron el Cap. Abraham Carrasco y el Cap. Rugo de Hoyos. Marzo de 1960. Aeronaves de México comenzó un proceso de cambio de imagen corporativa como empresa paraestatal, así como la uniformidad de su flota.
Los dos Bristol Britannia 302 son los únicos aviones de la anterior administración que son mantenidos en la flota -de forma transitoria-, en lo que llegan los primeros DC8-51. Se modifica la imagen exterior de ambos equipos, ostentando ahora el Caballero Águila en el timón y nariz, así como el color blanco y naranja a lo largo del fuselaje. Por último el XA-MEC es rebautizado bajo la nueva política de nacionalismo de la empresa con el nombre de “Moctezuma”, mientras que el XA-MED pasa a llamarse “Tzintzuntzán”.
09 de julio de 1965
El Britannia XA-MEC realiza un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Tijuana, por un desperfecto en el tren de aterrizaje, el cual no puede guardarse en su totalidad tras el despegue en Tijuana. El Cap. Rafael Rico V ázquez, piloto al mando, asistido por el cap- Ramón Castañeda Solís, quien fungía como asesor en ese vuelo, realiza un perfecto aterrizaje, sin que resulten pasajeros y tripulantes lastimados. El 30 de julio del mismo año, la empresa y aseguradora llegan al acuerdo de no reparar al XA-MEC por ser incosteable y es dado de baja en definitiva de su flota de AERONAVES DE MÈXICO.
04 de mayo de 1966
El segundo Britannia de la flota, el XAMED, despega de la Ciudad de México con destino a Londres. Días antes fue dado de baja de la flota de Aeronaves de México y vendido a la empresa inglesa Transglobe Airlines, cambiando su matrícula mexicana por G-ANCC. Es interesante mencionar que dentro del trato de compra-venta de ambas empresas, estaba incluido el XA-MEC, totalmente desarmado y como refacción. Éste último viajó en las bodegas del XA-MED en el vuelo de entrega.
Esta es la breve historia de uno de los aviones más memorables de nuestra aviació, que contribuyó al desarrollo de Aeronaves de México, como empresa internacional, y al mismo tiempo al de la industria aeronáutica nacional.
Bibliografía:
Ruiz Romero, Manuel, Caballero Águila. Historia de Aeroméxico, México, 1984.
Davies, Ronald. Airlines of Latin America since 1919. U.S.A. 1984.
Revista Airliners & Airliners. Bristol Britannia, Issue 4, United, Kingdom, Dec. 1996.